Berlín, Alemania, Reporte 5.- El Gobierno alemán ha ordenado a sus servicios de inteligencia que limiten su cooperación con los servicios secretos estadounidenses y solo intercambien información con sus homólogos cuando afecte a la propia seguridad de Alemania. Esta restricción, inusual entre aliados de la OTAN, se suma a la expulsión del jefe de la CIA de suelo alemán, decretada ayer por el Ejecutivo de Merkel, en respuesta directa a su aliado tras los dos casos de espionaje descubiertos en la última semana.
Las duras medidas adoptadas por la Cancillería federal vienen recogidas en un amplio informe sobre las consecuencias de la fuga de información gracias a dos espías que trabajaban en el Servicio de Inteligencia Federal y el Ministerio de Defensa y que el Gobierno dio a conocer en el transcurso de la comisión de control del Parlamento alemán que se ocupa de determinar el alcance de las actividades de los servicios secretos estadounidenses en territorio germano.
Asimismo, el propio jefe de los servicios secretos de la República Federal, Gerhard Schindler, informó a la comisión de que ha ordenado inspeccionar su servicio para detectar anomalías en el sistema de datos internos.
El jueves, el Gobierno alemán pidió al máximo representante de los servicios secretos de Estados Unidos en Berlín que abandonara el país, una drástica e inédita medida adoptada en el marco de las investigaciones contra dos presuntos espías que trabajaban para Estados Unidos desde el Servicio de Inteligencia Federal y el Ministerio de Defensa alemán.
