El Cairo, Reporte 5.- Las conquistas de los últimos meses han atiborrado de nuevos combatientes las filas del Estado Islámico. La CIA ha triplicado las estimaciones que manejaba hasta ahora: Entre 20.000 y 31.500 militantes del IS luchan en las amplias zonas de Siria e Irak que controla la organización yihadista.
La agencia estadounidense había calculado que el grupo -con un extenso historial de decapitaciones, amputaciones, crucifixiones, ejecuciones sumarias y secuestros- tenía sobre el terreno unos 10.000 combatientes. La actualización de los datos, con los informes realizados entre mayo y agosto, ha provocado un vuelco. El extraordinario incremento registrado desde el pasado junio se explica, según el portavoz del la CIA Ryan Trapani, «por los éxitos en el campo de batalla, la declaración del califato, una mayor actividad bélica y las nuevas vías de comunicación».
En los últimos tres meses el IS -hasta junio denominado Estado Islámico de Irak y Siria- ha tomado Mosul -la segunda ciudad de Irak-; se ha apropiado del arsenal dejado en su huida por el ejército iraquí; ha ampliado su control por el noroeste de Irak y ha barrido su mapa multiétnico. Cientos de miles de cristianos, yazidíes o shabaks -minorías que han habitado el área desde tiempos inmemoriales- han huido de sus hogares ante el avance del IS.
Según la CIA, entre los 15.000 combatientes extranjeros contabilizados, figuran al menos 2.000 occidentales. La publicación de estas cifras coincide con el anuncio de Barack Obama de la estrategia para «degradar y, en última instancia, destruir» al IS.
El Pentágono indicó que aviones de combate estadounidense comenzarán pronto a usar la base aérea de Erbil, en la región autónoma del Kurdistán, para ampliar la ofensiva contra el IS. Desde hace un mes, EEUU ha lanzado más de 150 ataques aéreos allanando el camino a los «peshmergas» (tropas kurdas) y el ejército iraquí.
