¿Qué si el ébola es una enfermedad incurable?, ¿Qué si es muy contagiosa?, ¿Qué si puede extenderse a todo el mundo?, ¿Qué si puede llegar a México?
Todos estos cuestionamientos están abrumando a la población y la realidad se tiene que conocer.
En primer lugar el Ébola, apareció en 1974, y se piensa que, como ya fue comentado en columnas anteriores, el virus inicialmente pertenece a los animales, pero por mecanismo aún desconocido, saltó a los humanos, siendo muy probablemente el responsable de ello los murciélagos que lo excretan por sus heces y de ahí proviene el contacto inicial con los humanos.
Hasta este año, ha habido varios brotes, todos en África, pero como la enfermedad es sumamente mortal, en las pequeñas aldeas donde apareció, no había tiempo para que el virus siguiera contagiando a más gente y se acababa la epidemia.
En epidemiología nosotros los médicos decimos que es una enfermedad incidente (casos nuevos) pero poco prevalente (no se hace presente por mucho tiempo, porque acaba con la poca gente que contagia).
La razón de por qué ahora la epidemia es mayor y ataca tres países africanos, es porque sin deseos de ofender a estas repúblicas, su sistema de salud pública es sumamente deficiente, la población no cuenta con la información adecuada y persiste mucho el pensamiento mágico. Por ello vemos que los familiares de estas víctimas, lo siguen manipulando, tiran a las calles a los cadáveres y no tienen la mínima forma de evitar el contacto con los fluidos del cadáver y ahí proviene el contagio.
Se sabe que solamente por el contacto de fluidos (moco, saliva, orina, sudor, u otros fluidos son los responsables del contagio) y no se contagia uno por el aire y otros medios que si aparecen en otras enfermedades, como el caso del tétanos que se contagia uno por la tierra.
El hecho de que se tenga unos pacientes fuera del África; entre ellos, Estados Unidos, es porque son pacientes diagnosticados que se trajeron con sumo cuidado para su atención hospitalaria especializada, sin ningún riesgo para el resto de la población.
La enfermedad no tiene tratamiento aún, ni vacunas, pero si seguimos las recomendaciones adecuadas que las puede uno leer en las páginas web de la secretaría de salud y específicamente de la Dirección General de Epidemiología, encontraremos gran alivio de saber cómo evitarla; entre ellas la más importante, es no viajar a Guinea, Liberia, Sierra Leona y Nigeria.
Por otro lado, los medios provocan confusión al mencionar que la Dra. Chang, directora de la Organización Mundial de Salud, comentó que hay emergencia internacional, no es así, puesto que el comité que lo dictaminó, definitivamente si es un comité internacional, pero recomendó como emergencia local en esos países.
Por todo ello, no hay que perder la calma, ubicar la remota posibilidad de que este epidemia aparezca en nuestro país y conocer todas las medidas preventivas que en nuestro país ya tuvieron éxito, como cuando se presentó la pandemia de Cólera en 1994 o la de Influenza A H1-N-1 y que toda a gente en México aprendió a cuidarse más.
En eso consiste, el protegerse adecuadamente de estas enfermedades emergentes.
