En las estadísticas nacionales de salud, una de las más importantes, es contabilizar o mejor dicho medir la mortalidad, o sea cuantas defunciones existen en un año y esto lo presenta inicialmente la Secretaria de Salud y oficialmente lo informa el INEGI en su portal.
¿Cómo se lleva a cabo esto? Cuando una persona fallece, habitualmente el médico deberá realizar el llenado del certificado de defunción, que es un documento oficial donde se anotan los datos generales del difunto, el lugar y hora de fallecimiento y lo más importante para la salud, es conocer con precisión las causas de la defunción. Esto es bien importante, porque en el pueblo y desgraciadamente algunos médicos, toman como causa de muerte un paro cardiorrespiratorio. Este es el evento fisiopatológico final de que toda persona que fallece presente, por lo que no es útil mencionarlo en las estadísticas. Siempre un paro cardiorrespiratorio es secundario a otro evento nosológico, como puede ser un infarto del miocardio, un traumatismo, un cáncer terminal, una insuficiencia renal terminal, etc. Y anotar este dato, si es de gran importancia para las estadísticas de salud.
En algunos lugares, utilizan nombres diferentes para una enfermedad, como algunos conocen como fuerte torzón, al cuadro de apendicitis aguda y para ello la Organización Mundial de la Salud (OMS), edita un código conocido como Código Internacional de Enfermedades (CIE) y se le da una clave, para unificar los diagnósticos.
Desde el punto de vista civil, el trámite termina al canjear una copia del certificado de defunción por el Acta de defunción que la emite el registro civil.
Pero el original del certificado de defunción, en cualquier lado de la república, se debe concentrar a la oficina de epidemiología de la jurisdicción, que va recolectando todas y cada una para concentrarlas a nivel estatal y este último lo envía a la Dirección General de Epidemiología, donde se concentran las de todo el país y paulatinamente ir formando los cuadros de mortalidad general de todo el país. Este proceso es lento, por lo que al consultar, encontramos oficializadas las tablas de mortalidad general de dos años para atrás.
Estas tablas nos colocan por orden descendiente, iniciando con el primer lugar de la enfermedad que ocupa ese lugar y posteriormente se anota el CIE, el número absoluto o sea cuantas personas fallecieron por esa enfermedad, y después de anota el porcentaje y la tasa (maniobra aritmética para estandarizar las cifras)
Teniendo estos datos, la nación está en posibilidad de conocer que los primeros lugares en la actualidad, los ocupan la diabetes mellitus, la enfermedad isquémica del corazón, la hipertensión arterial, los tumores y los accidentes. Con estos datos, las instituciones de salud, realizan sus proyecciones para calcular que tanto de camas, consultas, medicamentos, hospitales, etc., serán ocupados en el futuro y por qué causa.
Es por ello, que es tan importante el buen llenado de estos certificados de defunción.
