EN LA OPINIÓN DE// El voto femenino

Ha llegado la hora de la mujer

Que piensa, que juzga, rechaza o acepta

Y ha muerto la hora de la mujer atada e impotente.

Evita Perón

 CONMEMORACIÓN DEL 61 ANIVERSARIO DEL VOTO

 DE LA MUJER EN MÉXICO.

Un asunto sin lugar a dudas de gran importancia es el derecho ciudadano al voto, pero todavía más aún lo es si se trata de la mujer. Los grandes problemas jurídicos jamás se hallan en las constituciones, en los códigos, en las leyes, en las decisiones de los jueces o en otras manifestaciones. La problemática social se enfrenta a diario con las desigualdades que existen en sectores vulnerables, es por ello que durante décadas se ha considerado que el sector femenino se encontraba desprotegido pues se consideraba que el rol de la mujer era estar en casa al cuidado de los niños y el marido, dedicada a las labores domesticas y preocupada exclusivamente por las necesidades de los hombres de la casa, es por ello que sus derechos políticos electorales eran nulos, mejor dicho inexistentes, por ello el origen del derecho a votar para las mujeres en México, se encuentra posterior a vivir años de lucha y persistencia de una sociedad patriarcal, que enfatizaba la desigualdad de un sector considerado vulnerable.

El concepto de mujer y hombre dentro de nuestra sociedad delimita los roles que cada uno debe cumplir como ser humano, así como los derechos a los cuales puede acceder cada uno. Sin embargo, esto no es una ley ni un protocolo obligatorio, si no que los valores adquiridos para cada género han sido forjados a través de la historia. Durante muchos siglos y décadas se ha presenciado una lucha socio-cultural entre el hombre y la mujer y el respeto del espacio de cada uno.

El derecho al sufragio, puntualmente, en el marco del sistema democrático, no fue una conquista fácil, y el voto de la mujer particularmente, se transformó en una lucha de siglos, a nivel mundial. A partir del año 1919, distintos diputados comenzaron a presentar proyectos de ley para establecer el voto femenino obligatorio. Pero todos estos chocaban constantemente contra los mismos prejuicios, que colocaban a la mujer en una situación de reiterada duda con respecto a su capacidad y madurez para hacer uso de ese derecho. Para la legislación de esos años, las mujeres no tenían presencia cívica, pasaban a depender de su padre o de su esposo, las mujeres tenían su ámbito de desarrollo en el seno del hogar.

Así en 1946, la ONU (Organización de Naciones Unidas)  hizo una llamada de alerta a todos los países de América en cuyas Constituciones no estaba todavía establecido el derecho al voto femenino, exigiéndoles que actuaran de una forma razonable y acorde con los tiempos, pues este organismo consideraba que negar a la mujer el derecho al voto era perpetuar un estado de desigualdad social entre hombres y mujeres.

En México el 17 de octubre de 1953 se publicó en el Diario Oficial de la Federación un decreto en el que se dijo que las mujeres tendrían derecho a votar y ser votadas para puestos de elección popular; decreto que hoy es considerado para algunos como fruto de un movimiento internacional de largo alcance, que deja claro en primer lugar el reconocimiento legal y años de trabajo para ganarse respeto.

 Hoy, con 61 años de diferencia, éste sigue siendo tema de gran conversación, porque el tópico a discutir ahora son las cuotas de género para garantizar la inclusión de las mujeres en las listas electorales, el apoyo del Gobierno Federal en la agenda de reformas transformadoras, ya que ahora se obliga a los partidos políticos a que el 50 por ciento de sus candidaturas a Diputadas federales y Senadoras fuera para mujeres. Iniciativa que según lo dicho por el Presidente Enrique Peña Nieto enriqueció la Reforma Constitucional en Materia Político-Electoral y sus respectivas leyes secundarias, por lo que hoy los partidos políticos tienen que garantizar la paridad entre los géneros en candidaturas a Legisladores federales y locales.