En la opinión de//Bullying: Juego de niños

Estos días parece que no nos fue nada bien, porque con profundo pesar, las noticias giraron en torno a la violencia que viven y que generan nuestros niños, pero quizá lo que me cimbro mis sentimientos y seguramente de muchos de ustedes queridos lectores, fue porque ya no se trata de noticias lejanas, sino es lo que vivimos con nuestros vecinos, en nuestras escuelas, en nuestras calles, ya no se trata de una realidad lejana, con la que cumplimos con una simple lamentación, hoy se trata de amigos, vecinos y en algunos casos de nuestra familia.

Dentro de esta lluvia de ideas, resulta claro que hemos acercado tanto a nuestros niños a la violencia que en muchos de los casos hasta han sido testigos presenciales o la victima de un acto de violencia, o han visto a alguien usar un arma, sumado a la gran difusión de agresividad en los medios masivos de comunicación, haciendo de estos hechos algo común en su vida y en consecuencia –natural- que lo reflejen con otros niños con quienes interactúan. Es impáctate observar los muchos videos que se encuentran en las redes sociales, en muchos casos considerados como parte del botín del acto de violencia ejecutado, pero más allá rompiendo con cualquier esquema y la apolillada idea de ternura de la infancia, es de estremecer la intención de un niño para causar lesiones a otro, sin medir ninguna consecuencia y sus pequeños rostros disfrutando la victoria del momento.

Por lo cual no puede ser extraño el matiz que ha tomado el bullying, acoso escolar, hostigamiento escolar, montaje escolar, o violencia escolar en nuestro país; como se puede ver tiene varias denominaciones este fenómeno que dan a notar la existencia de violencia, o maltrato, ya sea físico o verbal producido por escolares en forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado, que llega a ser emocional, entre niños y niñas en la adolescencia o sea es una forma de tortura metódica y sistemática con el fin de conseguir la intimidación de una víctima por parte de un agresor generando una serie de secuelas psicológicas que pueden llegar al suicidio;  debido a la edad, o en ocasiones a la falta de una autoridad exterior que imponga limites, proyectando el agresor una imagen del líder al cual siguen otros estudiantes; se ha considerado en algún momento como una enfermedad, conducta, fenómeno u otras tantas formas o acepciones, pero para el derecho se puede considerar como un hecho jurídico voluntario ilícito que produce consecuencias jurídicas en el que intervienen varias voluntades o partes (un agresor o varios y una víctima), y por lo tanto es un acontecimiento en que no se prevén sus últimas consecuencias cuando se realiza y desde luego transgreden la esfera del derecho en varias ramas tal es el caso en el derecho constitucional, penal, civil, familiar, administrativo, laboral, etc.

Nuestra Constitución, establece en su artículo 1º entre otras cosas que: “queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las  discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión,  las opiniones, las preferencias, el estado civil, o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto, anular, o menoscabar los derechos y libertades de las personas”. El artículo 3º de nuestro máximo ordenamiento, también contempla el derecho a la educación por parte del Estado que deberá brindar  en forma armónica, para desarrollar las facultades del ser humano y contribuir a la mejor convivencia, el aprecio a la dignidad de las personas y la integridad de la familia ,y  la fraternidad