Reporte5.com – Una recuperación de Estados Unidos que demore más de lo previsto, así como caídas adicionales de los precios del petróleo son los principales riesgos a la baja para México, señalaron los integrantes de la Junta de Gobierno del Banco de México.
También coincidieron en que la volatilidad en los mercados financieros globales se ha reflejado en los mercados financieros del país, principalmente, en una depreciación adicional significativa del peso mexicano frente al dólar estadounidense.
“Algunos de ellos destacaron que dicha depreciación fue incluso mayor a la observada en otras monedas de economías emergentes”, coincidió la mayoría de los miembros de la Junta de Gobierno del Banco de México.
Uno de los integrantes mencionó la posibilidad de que la incertidumbre en los mercados financieros internacionales se extienda, afectando de manera más severa las condiciones externas para las economías emergentes, como la mexicana.
Unos miembros manifestaron que se ha observado una elevada correlación entre los precios del crudo y el comportamiento del peso, lo que podría reflejar el efecto adverso de Pemex sobre la producción industrial y la aún alta dependencia de los ingresos fiscales respecto de los petroleros, comprometiendo a su vez las finanzas públicas.
La mayoría concordó que para hacerle frente a los retos globales, además de contar con una política monetaria flexible, se requieren esfuerzos en diversos ámbitos.
En particular, el grueso de los miembros expuso que será necesario realizar los ajustes requeridos en las finanzas públicas, incluyendo a la petrolera nacional, para absorber el golpe a los ingresos públicos generado por la caída y el deterioro de las perspectivas del precio del petróleo.
Un miembro destacó que, ante la coyuntura actual, algunas petroleras en otros países ya han hecho ajustes significativos para reducir su gasto y algunos proyectos de inversión, situación que sería deseable ver en México.
Ayer, el Gobierno anunció un recorte al gasto para este año por 132,300 millones de pesos, de los cuales 100,000 millones corresponderán a Pemex.
