LATIDOS CULTURALES//Viaje al Centro de Toluca

Las ciudades históricas son muy atractivas y llenas de arte, costumbres, arquitectura, rincones llenos de vida y objetos interesantes; tienen ese don de sustraernos como un imán poderoso y ejercen sobre quienes las visitan su fascinación y sorpresa desde tiempo antes de conocerlas, esto es claro en parte búsqueda y en parte casualidad, ocurre cuando vemos algún reportaje televisivo o nos topamos alguna revista ó libro de viajes ó historia y las ciudades se asoman incitantes a los ojos del viajero.

De esta forma es como en realidad se gestan algunas de las travesías más placenteras de la vida. A veces basta con una imagen que nos haga aterrizar en sus calles, imaginar el ir y venir de la gente y tan solo sospechar ese más allá de la ciudad que no capturan las fotografías o el video en el tránsito de la vida, el poder ser partícipe sencillo de la historia de una ciudad y de la historia de uno mismo en otra población o el simple deseo de ir a constatar personalmente lo que nos cuenta el redactor sea cierto y además descubrir por uno mismo detalles insospechados, que se han escapado dentro de los párrafos e imágenes del relato.

Toluca, está entre las grandes alturas del altiplano, a 2668 metros sobre el nivel del mar, es entre nuestras ciudades importantes, la más alta y una de las más frías, (esto corresponde únicamente a algunos días del invierno).

Su altura es apta para el entrenamiento deportivo de alto rendimiento, tan alta que si algún día México organizase nuevamente un mundial de futbol, la dos veces mundialista ciudad de Toluca (en 1970 y 1986).

La Bombonera, sede dos veces mundialista y una de nuestras catedrales futboleras más rememoradas y temidas por los equipos de la liga regular, casa de los famosos y varias veces campeones Diablos del Toluca y la aguerrida y relumbrosa porra conocida como La Perra Brava, que se despoja de sus playeras en cada ocasión de gol del equipo de casa.

Toluca tiene más historia, pues su valle al pie del volcán Xinantécatl, antigua cuna de la nación Matlatzinca, fue siempre un punto importante para llegar a la Cuenca de México, no por nada, Miguel Hidalgo, junto con Allende, Aldama y unos ochenta mil Insurgentes, tras salir victoriosos del bajío, llegaron a Toluca en camino hacia México, donde permanecieron algunos días hasta su salida rumbo al Monte de las Cruces, donde libraron la última gran batalla victoriosa de los Insurgentes contra las fuerzas realistas y que les permitió llegar al pueblo de Cuajimalpa. Una victoria que pudo haberse coronado en la Ciudad de México, pero que por la extraña decisión del Padre de la Patria de no avanzar hacia México contrarió a sus generales y decepcionó a su ejército provocando una gran deserción y la ira y persecución a sol y sombra del general Calleja que culminó en Chihuahua meses después. Diez años más de sangre le costó a la patria aquel cambio de opinión de Hidalgo, de tal forma Toluca lo vio pasar de ida y vuelta. Y de aquel pasaje de la historia para Toluca, se sucedieron también las largas convulsiones de la reforma y las invasiones Estadounidense y Francesa que levantaron revuelo entre sus pobladores, así como la revolución claro está y la gran industrialización de la ciudad en la segunda mitad del siglo XX, que con su parque Lerma, ha llegado a concentrar uno de los parques industriales más importantes del país.

Sin embargo, Toluca, muy activa industrialmente, resguarda en su centro histórico, trazos de un pasado colonial y republicano que es motivo de orgullo y difusión. La vida hermosea en sus plazas y monumentos, un legado que sin duda el buen paseante debe considerar para un próximo paseo. Toluca como muchas ciudades mexicanas, no es tan conocida como un destino turístico, esto es, en parte, a que la imagen de su centro histórico se deterioró y fraccionó durante la primera y segunda mitad del siglo XX, se derribaron antiguas casonas que debieron conservarse como en el triste caso de muchas ciudades mexicanas, resultando de esta manera, en un centro discontinuo, de muchos gustos, estilos y aunque falto, cierto, de la muy apreciada uniformidad arquitectónica de otras ciudades, Toluca, se muestra sin embargo con un gran patrimonio histórico, y una mezcolanza de estilos que van del gusto barroco, al neoclásico, del art noveau con sus curvas estilizadas, al art decó con su geometría provocativa y terminando en la modernidad institucional que ha devuelto cierta uniformidad al centro al revestir los neocoloniales edificios con aplanados cantera y tezontle. Esto hace de Toluca una ciudad rica, únicamente hace falta un ojo avizor para deleitarse los ojos sobre un panorama en el que conviven, lo mismo, iglesias del siglo XVII y XVIII, como el Carmen, y edificios porfiristas del que tenemos un ejemplo sobresaliente en su antiguo mercado, convertido hoy en jardín botánico y famoso por el Cosmovitral que los reviste, siendo sin duda el espacio arquitectónico más entrañable y memorable de urbe toluqueña. Y como ya mencioné edificios de estilos más modernos como el del edificio Antonio Abraham, una sobresaliente obra del Art Decó mexicano, justo a unos metros del barroco Templo de La Santa Veracruz.

Edificio Antonio Abraham – del más puro estilo Art Decó

La Catedral y Palacio de Gobierno del Estado de México se encuentran uno enfrente del otro en la Plaza Cívica, rodeados por diversos edificios de gobierno que son un revival del siglo XX de las estructuras coloniales que los precedieron. Tal vez les haga falta antigüedad a estos monumentos en torno de la plaza , pero hay que considerar que más que ser auténticas construcciones de la época colonial, son evocaciones tardías de una ciudad que perdió su traza y que con la construcción de estos edificios más recientes, se busca darle uniformidad al primer cuadro de la ciudad.