La Habana, Reporte 5.- Mariela Castro Espin, hija del presidente de Cuba, Raúl Castro, celebró el cambio de relaciones con Estados Unidos y aseguró que Fidel Castro debe estar satisfecho por los anuncios.
«Me siento muy emocionada y siento que se ha realizado un sueño, algo que hemos deseado durante muchos años: la normalización de relaciones», le dijo la parlamentaria cubana a Christiane Amanpour de CNN.
La también directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) de Cuba dijo que no sabe qué piensa el líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro —su tío—, pero que pronto él mismo escribirá sus opiniones.
«Estoy segura de que (Fidel Castro) está muy feliz y que debe haber participado en todas estas decisiones», dijo Castro Espin.
Mariela aseguró que no tenía conocimiento de las negociaciones entre los gobierno y que estuvo tan sorprendida como el resto del mundo.
«Felicito al presidente Obama por su valentía. Lo que más deseaba es que Obama pasara a la historia como el presidente de EE.UU: como el que rompió el bloqueo y el que liberó a los cinco», dijo. «Me alegra haber tenido fe».
El embargo a Cuba, no obstante, no ha sido levantado, pues sólo lo puede hacer el Congreso de EE.UU. «Creo que una buena parte del pueblo norteamericano desea que finalice el embargo por un sentido de justicia», dijo.
«Veo que hay algunas personas que se benefician económicamente con el bloqueo, pero no puede seguir una política que beneficia a un pequeño grupo de personas y que afecta los intereses y las libertades civiles de EE.UU», señaló.
Los congresistas cubanoestadounidenses Marco Rubio e Ileana Ros-Lehtinen —republicanos—, así como el exlegislador Lincoln Díaz-Balart, se mostraron en desacuerdo con el anuncio de Obama.
Para Castro Espin, «el primer paso que se da en favor de los derechos humanos en Cuba es eliminar el bloqueo, que es el mayor impedimento para nuestro desarrollo».
La parlamentaria dijo que en Cuba no hay problemas de libertad de expresión, pues quien gobierna es el pueblo, y explicó que en su país la democracia no implica el pluripartidismo.
Castro Espin apoyó en 2012 las aspiraciones a la reelección de Obama, y en ese entonces dijo que creía que el mandatario estadounidense podría hacer más en cuanto a la relación con Cuba si no fuera por las presiones a las cuales se enfrenta.
