¿Ya se fijó que tal parece que las tecnologías están peleadas con la educación? Al menos en México. Primero fue el caso de enciclomedia y recientemente el caso de MiCompu.Mx.
El año pasado la SEP compró 249 mil computadoras portátiles para el programa piloto a desarrollarse en los estados de Colima, Tabasco y Sonora, luego la propia SEP dijo que dijo que las tablets no sólo son más económicas, sino que resultan más eficientes como instrumentos pedagógicos. Después de seis meses de la entrega de las computadoras laptop, 4 mil 330 presentaron desperfectos y recibieron 9 mil 754 solicitudes de apoyo técnico. Por ello la autoridad educativa destacó que las laptop tienen la desventaja de que no permiten con eficiencia y facilidad un trabajo colaborativo. Cambio de rumbo hacia las tabletas.
¿Recuerda usted amable lectora, lector, en qué terminó el asunto de enciclomedia? El proyecto consistía en dotar de un pizarrón electrónico y una computadora a cada aula de quinto y sexto de primaria (para luego extenderse a todos los grados), donde el maestro podría tener una especie de pantalla donde se proyectaría material de enciclopedias, acceso a la internet, con la ventaja de poder escribir en el pizarrón y guardar en la computadora, interactuar, utilizar videos didácticos, software educativo, etcétera.
El proyecto sonaba de maravilla. El asunto estuvo en el proceso de licitación, en la adjudicación, en los posibles “cochupos”, en la corrupción, en los malos manejos, en la no calidad de los productos, además de que miles de escuelas no contaban con energía eléctrica (muchas de ellas hasta la fecha siguen esperando que se haga la luz en ellas), otras muchas más no contaban con cercado perimetral, ni herrería de protección, y otras tantas no tenían al maestros capacitados para su utilización.
Los equipos comenzaron a fallar, los otros requerían mantenimiento y actualización, no hubo el soporte técnico necesario y suficiente, las cuentas no cuadraron, el presupuesto se fue al cielo… y se decidió suspenderlo. Los equipos se quedaron arrumbados en las escuelas, o se embodegaron, el chiste es que el proyecto falló.
Hoy la SEP cuenta con un presupuesto de 2 mil millones de pesos para las computadoras, o para las tabletas. Ya se utilizaron 800 millones y no se ve beneficio o mejora alguna en los estados piloto. La propia autoridad federal reconoce que el 50 por ciento de las escuelas del país no tienen acceso a Internet, y en al menos 5 por ciento de los planteles de las tres entidades donde se aplica el programa MiCompu.Mx no hay energía eléctrica.
La SEP niega que el programa haya fracasado. En verdad espero y confío que así sea, es decir: que el próximo año todos los alumnos de quinto y sexto grado tengan su tableta y la use con fines didácticos y pedagógicos para propiciar su aprendizaje, y que no solamente la usen para el Facebook y para subir videos a youtube del bullyng que se comete en esas mismas escuelas donde aspiramos a tener ciberalumnos capaces de encontrar lo que no saben, en fuentes confiables, científicas y creíbles.
En verdad lo espero.
¿O será que los mexicanos estamos negados a la tecnología educativa?
