En las escuelas, tanto públicas como privadas, es lugar común el que se hagan festivales, ya sea para honrar a la mamás en su día, por la llegada de la primavera, algunas hacen festivales en el día del padre, las navidades, etcétera.
Este tipo de actividades que suelen llevar meses de preparación, bien pueden servir para algo más que ver a los hijos, sobrinos, nietos, hermanos bailar, cantar, declamar, actuar o hacer una ronda infantil.
También son una gran oportunidad para fomentar valores. Fomentar.
Este asunto de los valores ha tenido varias aristas, desde los maestros que piensan que los valores se “enseñan”, para lo cual les piden a los alumnos que llenen una página que diga Respeto. O hacen una “semana de los valores” y en esta semana corresponde el Respeto: se hacen letreros que se pegan por todas partes; se menciona en el homenaje; etcétera. Ninguna de las dos acciones logra que las personas respeten.
Otro punto de vista, que es el que yo comparto, es que los valores se fomentan.
Fomentar, según el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, es un verbo transitivo para: Favorecer de algún modo que una acción se desarrolle o que aumente un aspecto positivo de ella.
Los valores se deben traducir en acciones y esas acciones por supuesto que podemos fomentarlas, vivirlas.
El respeto, por ejemplo, se aprende ejerciéndolo, poniéndolo en práctica y haciendo de ello un acto consciente. Así sucede con todos los demás valores.
Luego entonces en los festivales podemos fomentar una gama importante de valores, incluso desde los ensayos y preparativos: el respeto, la solidaridad, el compañerismo, el amor, la paciencia, la tolerancia, la humildad, el agradecimiento, la limpieza, el orden, la disciplina, entre otros.
El trabajo del educador es irlos apreciando e irlos evidenciando con sus alumnos para que vayan siendo aprendizajes significativos para ellos.
Los festejos a las mamás pueden ser mucho más valiosos. ¿No cree usted amable lector?
Un abrazo a las mamás en su día.
¿Ya se fijó?
