¿Ya se fijó? Simulacros ¿para qué?

Seguramente usted amable lectora o lector  participó en los simulacros o al menos supo de ellos. EL pasado 19 de septiembre se cumplieron 29 años de los macro sismos de 1985, que afectaron a varias entidades del país, pero principalmente al Distrito Federal. Y tal vez usted se esté preguntando, qué tiene que ver esto con los temas educativos de esta columna, pues déjeme decirle que lo que se hace respecto a los simulacros (y lo que no se hace o se hace pero mal) mucho tiene que ver con la educación.

Y es en las escuelas donde debe comenzar formalmente el que los niños y niñas, los jóvenes sepan qué hacer y qué no hacer en caso de una emergencia mayor, llámese terremoto, incendio, inundación, o explosión (y hoy en día incluso ante una balacera), pero… ¿quién o quiénes son los encargados y/o responsables de que los maestros y maestras sepan al respecto? He ahí el dilema. Ninguna normatividad lo refiere.

¿Protección civil? Pudiera ser, el problema está en que ni ellos tienen claro lo que se debe hacer y lo que no. Como ejemplo basta el simulacro que se hace en la Ciudad de México con motivo de un supuesto terremoto y donde lo que más les preocupa es el tiempo en el que se evacúan los edificios.

Ahora bien, hay que tomar en cuenta que no siempre ni en todos los casos lo recomendable es evacuar, todo depende. La norma oficial mexicana 002 de la Secretaría del Trabajo respecto a Prevención de incendios, indica que ante un incendio (o explosión) SIEMPRE HAY QUE EVACUAR. Para el caso de inundación o de terremoto las cosas cambian y dependerá de la circunstancia, del lugar, de la fortaleza de la construcción, del sitio donde nos encontremos y del tiempo que tengamos, para decidir si hay que evacuar o hay que replegarse y buscar un triángulo de vida en tanto podemos salir del inmueble (o del vehículo).

Maestras, maestros, padres de familia: Pongamos por caso un terremoto. Si se está en un lugar donde hay alerta sísmica, como en el Distrito Federal, se cuenta con UN MINUTO, antes de que inicie el movimiento telúrico allí, luego entonces ese es el tiempo que se tiene para evacuar; es decir, si desde el lugar donde usted se encuentra tarda menos de un minuto en ir al punto de encuentro y ese punto de encuentro cumple con las condiciones de seguridad, entonces evacuará. De lo contrario, si usted tardará más de un minuto y corre el riesgo de que en el trayecto comience a moverse la tierra lo que le impida caminar o que pueda ocasionar que le caigan objetos, será mejor identificar ese espacio llamado “triángulo de vida” y ubicarse allí, y una vez que deje de temblar, buscar la salida con los cuidados que el caso amerita.

En estas circunstancias el tiempo que se tarde en salir no es lo más importante; sino su seguridad.

Continuará…

¿Ya se fijó?