La hipertensión arterial consiste en que la presión de las arterias que impulsa el corazón y la acción de las mismas arterias, se encuentran elevadas en la persona. La presión arterial de un adulto, en términos generales es de 120/80, pero pudiendo variar entre 140/90.
¿Por qué aumenta la presión arterial? Podemos mencionar que hay muchas causas que la provocan, entre las más frecuentes, está el endurecimiento de las arterias por el aumento del colesterol en la sangre. Esto puede ser debido a múltiples causas, desde las hereditarias, hasta las adquiridas como lo es secundaria a la obesidad, la diabetes, enfermedades renales, enfermedades endócrinas, y un buen número de casos es por el estrés o se considera como no conocido su origen.
Vale la pena explicar que la mayoría de las personas creen que el colesterol es muy malo y no debería existir en nuestra sangre. Pero esta substancia que se produce por los alimentos o bien el mismo organismo la genera, en los principios de la vida, es como un barniz que no permite que los líquidos se salgan de los vasos arteriales, por lo que lo debemos considerar como muy buena. Pero lo malo es que en el transcurso de los años, y fundamentalmente por exceso de alimentos de origen animal y sobre todo las grasas del mismo origen, lo aumentan considerablemente en la sangre y esto va provocando que las arterias se endurezcan y se vayan tapando por placas que conocemos como ateromas y esto va provocando el aumento de la presión arterial y en el último de los casos, que las arterias se cierren totalmente y no llegue la sangre a los órganos que contienen estas arterias y provocan el infarto agudo del miocardio, el accidente vascular cerebral, la trombosis mesentérica, o la oclusión de otras arterias que pueden terminar con la vida del paciente.
Por todo esto, podemos mencionar que la Hipertensión arterial, es conocida como el asesino silencioso, por que el paciente en muchas ocasiones no la detecta y paulatinamente va haciendo daños irreversibles en el corazón, las mismas arterias y el riñón, lesiones que llegan a ser irreversibles y provocar cuadros que dejan grandes secuelas en el organismo como discapacidades de varios tipos o incluso en el peor de los casos, la muerte del paciente.
Como hemos estado hablando en anteriores columnas, la diabetes y la obesidad, son dos de las principales enfermedades que provocan estas lesiones, por lo que el manejo deberá ser desde el inicio encontrar los factores de riesgo, y realizar el diagnóstico muy temprano y que es tan sencillo, como acudir con el médico o el centro de salud o clínica y con la toma de la presión arterial, se diagnóstica muy precozmente. Cuando esto sucede, el tratamiento inicial, es de gran importancia y nuevamente la dieta y el ejercicio son claves para el éxito, pero agregamos la disminución marcada de la ingesta de sal en los alimentos, porque esto aumenta mucho la presión arterial. Cuando esto no lo puede lograr, tenemos una gran cantidad de medicamentos que la pueden controlar, pero para esto hay que acudir con el médico para tener el éxito deseado.
