Salir de la rutina diaria, aunque sea en un viaje exprés puede cambiar la visión a la vida y de lo que realmente nos gusta. Visitar otros lugares también despeja nuestra mente e interior.
Al transitar por el corredor turístico del Real del Monte se puede observar a un pueblito pintoresco, con techos en dos aguas y láminas impermeabilizadas en rojo que dan la apariencia que así las quisieron pintar, calles empedradas, algunas en subida y otras en bajada, según la dirección que se pretenda tomar.
Telas deshiladas en bellas bufandas, zaleas de borrego, abrigos y chamarras de cuero y piel e incluso en material preparado con fines bordados, hechos por manos artesanas. También podemos encontrar adornos en barro rojo y negro, madera y obsidiana.
Música, algarabía, obras teatrales, estatuas vivientes, titiriteros y una gran diversidad cultural atrae a visitantes de distintas regiones.
Cada año, Real del Monte celebra el día Internacional del Paste.
En esta ocasión Real del Monte, celebró por quinta ocasión la sexta edición del festival Internacional del Paste, traído a esta tierra hidalguense por los ingleses hace 190 años.
Bajo el lema “el paste para que sea paste, debe ser hecho en Real del Monte”. Fue introducido en nuestro país en 1824. Es elaborado con fina masa de hojaldra, receta que fue heredada generación por generación al servicio de los comensales.
Durante la Feria del Paste, se dan cita decenas de familias que por años se dedica a elaborar este fino y delicioso manjar relleno de papa, tinga, crema de pollo con rajas, salchichas, mole, hawaiano, mole, de arroz, manzana o piña, para quienes gusten del dulce.
Este rico manjar, se puede encontrar en Real del Monte, si se visita los establecimiento de “El Minero”, “Pastes Plateros”, “Pastes los Portales”.
Amigo lector
Sé que en nuestro país vive circunstancias difíciles, sin embargo existen situaciones fuera de nuestro alcance, lo cual nos lleva a reflexionar, ¿debemos quedarnos encerrados?
El esparcimiento, la convivencia, conocer otros lugares y compartir nos llevará sin duda a tener una mejor visión del mañana que queremos, y que deseamos heredar a nuestros hijos.
Los ingleses llegaron, dejaron huella y esa huella hace que se les recuerde y admire por no dejarse intimidar por las circunstancias difíciles que vivieron en un país ajeno al suyo.
Los mexicanos somos de empuje, de arranque y nuevas ideas, no permitamos que nos las roben.
